(La Nación/Lugares) Postergaciones, reconversiones y delivery son las recetas aplicadas por los cocineros argentinos en el exterior. El caso de Sunae Asian Cantina en Filipinas, La Cabrera, Fayer en Madrid y Zoilo en Londres.
Como chef ejecutiva de Canta Lola, un restaurante de fusión peruana y nórdica en Estocolmo, a punto de abrir en julio, Manuela Carbone está a las corridas. Todos los días hay nuevos temas que cubrir: hacer pruebas de platos, elegir la vajilla artesanal y concretar los detalles de la cocina. Pero, como la mano del Covid-19 se metió en su camino, actualmente se encuentra en Buenos Aires, cumpliendo su rol laboral en cuarentena argentina, como si estuviese en la capital sueca.
“Me contrató Canta Lola pero tuve que volver a la Argentina para renovar mi pasaporte y además conseguir la visa laboral. Tomé un vuelo de repatriación vía Madrid al comienzo de mayo, y mientras estoy consiguiendo los papeles para poder volver, estoy haciendo todo lo que estaría trabajando en Estocolmo pero a distancia,” cuenta Manuela a LUGARES.
No es nada fácil hacer la apertura de un restaurante desde 6.282 km de distancia mediante una pantalla, y aunque Suecia nunca impuso una medida de cierre de emergencia, Canta Lola tuvo que cambiar su fecha de apertura para el 1 octubre. “El desafío es la distancia y no estar en el día a día, viendo si el horno va acá o allá, porque no me doy cuenta de todo en un video. También, hay diferencia de productos. Estoy acostumbrada a trabajar con lo nórdico y tener que probar acá es muy distinto, la leche, el limón. no hay ni una cosa igual.”
La apertura retrasada de Canta Lola por el afecto oleada del Covid-19 no es la única que afectó a los cocineros argentinos distribuidos en el mundo. Algunos inauguraron y cerraron temporalmente en seguida, otros cocinaron en hospitales como voluntarios o aprovecharon el tiempo para concebir ideas nuevas. En la misma situación que Manuela está Augusto Meyer, que planificaba levantar las persianas de la versión catalana del restaurante palermitano Proper en Barcelona el 2 abril, y Deborah de Corral, la modelo- turned -cocinera, cuyo primer local Tigre en Miami tampoco pudo concretar la apertura que se pronosticaba.
Tener más de un local en tiempos de pandemia de repente se convierte en hacer malabares con respeto a los protocolos, según el chef Gastón Riveira de La Cabrera, que cuenta con 12 restaurantes en el mundo. “Los dos locales en Manila están trabajando con delivery pero siguen cerrados a comensales, a la espera de supervisiones para volver a abrir. Asunción va a abrir la semana que viene con medidas de distanciamiento y un menú electrónico con código para ver en el celular, adaptándose al igual de los protocolos del local de Monterrey actualmente,” cuenta Gastón.
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